lunes, 6 de noviembre de 2017

Confiança

                                                        Dilluns


Explicar el següent conte sobre la confiança i comentar-lo a la classe:

“Abús de confiança”.

L’Abella i la formiga eren bones amigues i confiaven l’una en l’altre.
Un dia que l’abella se’n va anar de viatge, va deixar les claus de casa a la formiga, per si hi havia alguna urgència.
La formiga va tenir la temptació d’entrar a la vivenda de l’abella, a veure si podia afartar-se de mel..., però va pensar que seria un abús de confiança.
Però quan va ser la formiga qui va haver de viatjar l’Abella si que va entrar a casa seva a tafanejar. Va pensar que al capdavall, la Formiga devia haver fet el mateix quan ella no hi era.”

Els bons amics són aquells de qui no es desconfia mai.


                                                           Dimarts

Cançó del you tube  on es parla que malgrat les coses no surtin com es pensa, al final sempre surt el sol, i amb confiança les coses s’arreglen.

Has vist la pluja?- Ivette Nadal                                     3,00



                                                           Dimecres

Comentar la següent imatge sobre la confiança.







                                               Dijous


Explicar el següent conte sobre la confiança i comentar el missatge amagat.

“El ratolí mentider”.

“En Ratolí era l’encarregat de repartir els diners que el rei destinava a ajudar els necessitats. Al principi, va complir bé la seva comesa, però al cap de poc va arribar a orelles del rei que en Ratolí se n’estava quedant una part.

El rei va disfressar-se de captaire i va decidir veure si era veritat aquell canvi d’actitud. Va presentar-se davant d’ell, per veure com el tractava i, en comprovar que el feia fora sense donar-li res i amb mal geni, va decidir tancar-lo per tota la vida, perquè el càstig servís d’escarment a tots els mentiders i estafadors.”



                                               Divendres

Explicar el següent conte sobre la confiança.

“La cola de León”
En una pequeña aldea vivía un niño llamado Leo. Era un chico delgado y bajito, y vivía siempre con el miedo en el cuerpo, pues algunos chicos de un pueblo vecino acosaban del pobre Leo y trataban de divertirse a su costa.
Un día, un joven mago que estaba de paso por la aldea vio las burlas. Cuando los chicos se marcharon, se acercó a Leo y le regaló una preciosa cola de león, con una pequeña cinta que permitía sujetarla a la cintura.
- Es una cola mágica. Cuando la persona que la lleva actúa valientemente, esa persona se convierte en un fierísimo león.
Habiendo visto los poderes de aquel joven mago algunos días antes durante sus actuaciones, Leo no dudó de sus palabras, y desde aquel momento llevaba la cola de león colgando de su cintura, esperando que aparecieran los chicos malos para darles un buen escarmiento.
Pero cuando llegaron los chicos, Leo tuvo miedo y trató de salir corriendo. Sin embargo, pronto lo alcanzaron y lo rodearon. Ya iban a comenzar las bromas y empujones de siempre, cuando Leo sintió la cola de león colgando de su cintura. Entonces el niño, juntando todo su coraje, tensó el cuerpo, cerró los puños, se estiró, levantó la cabeza, miró fijamente a los ojos a cada uno de ellos, y con toda la calma y fiereza del mundo, prometió que si no le dejaban tranquilo en ese instante, uno de ellos, aunque sólo fuera uno, se arrepentiría para siempre, hoy, mañana, o cualquier otro día... y siguió mirándolos a los ojos, con la más dura de sus miradas, dispuesto a cumplir lo que decía.
Leo sintió un gran escalofrío. Debía ser la señal de que se estaba transformando en un león, porque las caras de los chicos cambiaron su gesto. Todos dieron un paso atrás, se miraron unos a otros, y finalmente se marcharon de allí corriendo. Leo tuvo ganas de salir tras ellos y destrozarlos con su nueva figura, pero cuando intentó moverse, sintió sus piernas cortas y normales, y tuvo que abandonar esa idea.
No muy lejos, el mago observaba sonriente, y corrió a felicitar a Leo. El niño estaba muy contento, aunque algo desilusionado porque su nueva forma de león hubiera durado tan poco, y no le hubiera permitido luchar con aquellos chicos.
- No hubieras podido, de todas formas- le dijo el mago- Nadie lucha contra los leones, pues sólo con verlos, y saber lo fieros y valientes que son, todo el mundo huye. ¿Has visto alguna vez un león luchando?
Era verdad. No recordaba haber visto nunca un león luchando. Entonces Leo se quedó pensativo, mirando la cola de león. Y lo comprendió todo. No había magia, ni transformaciones, ni nada. Sólo un buen amigo que le había enseñado que los abusones y demás animalejos cobardes nunca se atreven a enfrentarse con un chico valiente de verdad.







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